En Puerto Natales también sorprenden los extraños escaparates en los que se mezclan todo tipo de productos, desde caramelos a ropa, así como la imaginación para los nombres de las tiendas de toda clase. Por eso, ha sido un excelente lugar para pasear, descansar, escribir y trabajar antes de tomar un ferry en el que, durante tres días, íbamos a perder el contacto con el mundo.
Un nombre con carisma o un oxymoron
The dried fruit guy o "el hombre de los frutos secos"
Fun - fun, fun - era - ria
Hasta las papeleras tienen gracia
Ropa americana de la buena
Tan radical que venden tabaco y alcohol
El muelle de los cormoranes
Y uno de los montes nevados que se ve desde la costa
Parque acuático
Sobredosis de azul
Bienvenida a Puerto Natales
¡La edución parece que ya se recortó!
Un kai maravilloso de piel de guanaco que se expone en el pequeño pero interesantísimo museo que explica la vida de los tehuelches y los kawashkar
Radio Polar, la radio local
Fomentando la desconfianza en la peluquera desde el propio cartel...
Y más madera: "Willy, por Dios, ¡qué pelos me has dejado!"
La casa típica por fuera...
Y el cálido interior de nuestro fantástico hostel Tin House
No hay comentarios:
Publicar un comentario