25 de abril de 2012

El Villarrica, el volcán que me quitó el sueño

El volcán Villarrica domina las vistas de Pucón y en días despejados es verdaderamente imponente, tanto por su tamaño y belleza como por la columna de humo que sale de su cráter. Está dentro de los 10 volcanes más activos del mundo, siendo su ascensión uno de los máximos reclamos de la región.

Después de meditarlo, decidimos que la excursión era más bien para Xavi, así que Mariona se quedaría en el pueblo. Se trata de una ascensión en teoría factible para nuestro estado físico, pero con sus peligros, especialmente en esta época del año (otoño), ya que caen numerosas rocas y hay que subir por un glaciar en el cual han muerto varios excursionistas. Hay un tramo del glaciar bastante empinado y por la mañana, cuando se asciende, te encuentras con placas de hielo, por lo que un mal paso puede llevarte deslizando hasta al vacío o a unas rocas poco amigables, por no hablar de las grietas que pueden engullirte. Dicho así se le quitan a uno las ganas de subir, pero la verdad es que al final la experiencia fue alucinante, aunque Xavi ha de reconocer que se cagó un poco subiendo por el glaciar, su primera experiencia con crampones y piolet.

Aquí va su relato:

   
    La tarde antes de la ascensión estuvimos preguntando precios y viendo diferentes compañías, a ver cual nos inspiraba más confianza. Cada una afirmaba tener los mejores guías, aunque indagando sobre el tema seguridad al final todas también hablaban de algún que otro accidente, que si una rodilla dañada por un pedrolo, que si una pierna rota bajando por las rocas,  que si los dos chicos que se mataron el año pasado… Así que al final me decidí por la que más me inspiró, por un precio medio, y nos pasamos el resto de la tarde contemplando lo que me esperaba al día siguiente.

Después de recogerme a las 6.30 del hostel y llegar a la estación de esquí que está a los pies del volcán, la mayoría de los aventureros tomamos el telesilla que debe evitarnos la primera hora de subida (de un total de 5) para llegar más frescos al glaciar.


 
Dejamos las nubes bajo nuestros pies, nos ponemos los cascos, y seguimos la ascensión.

 
Seguimos subiendo y un mar de nubes cubre el paisaje con un fondo fantástico que da un toque de magia al lugar.

Llevamos un tramo subiendo y ya nos acercamos al glaciar.


 
Después de unas dos horas de subida llegamos al glaciar, así que a coger fuerzas y a calzarse para la subida.
  

  
Nos ponemos los crampones y aprovechamos unos minutos para disfrutar del magnífico paisaje.

 
Ya estamos a punto, sólo falta la señal para ir para arriba…. ¡Uffff, que nervios!

 
Pero eso sí, hay que subir bien guapetón, por si salgo en las noticias! Jejeje

 
Bufff, he sufrido lo mío en la subida. No he tenido coj… ni de sacar la cámara de fotos en el anterior descanso. Durante la subida, a parte de vigilar no resbalar hay que estar atento al viento y a los gritos de “¡¡¡rocas!!!!”, aunque por suerte ninguno de los pedrolos que han caído ha pasado cerca. Hay que estar concentrado, pero por fin hemos llegado a una zona de descanso donde después de hora y media nos sacamos los crampones, para subir a continuación un empinado tramo de rocas y llegar a la cumbre.

¡¡¡Síííí!!! ¡¡¡Llegamos al cráter!!!!!


¡Aquí está el cráter! Aunque no se ve un carajo ya que está humeando más de lo normal y no podemos demorarnos. ¡Cuando el viento sopla hacia nosotros el aire es prácticamente irrespirable y el guía nos indica que hay que bajar (¡tanta matada para dos minutillos de gloria!)

 
¡Pero las vistas son fantásticas!!!! Y ahora “sólo” toca bajar.

 
Ya estamos bastante abajo, ¡más rápido de lo que esperaba! La mayor parte del trayecto deslizando por el glaciar: ¡¡¡¡Estupendito!!!!! Nada de crampones!

Y ahora ya hay más relax para posar en las fotos...

 

Última bajadita por el glaciar y ya pasamos la parte chunga! Yujuuuuuuuuu!!!!


Ahora toca bajar una zona arenosa y seguir disfrutando de las vistas.

 

Ya estamos de nuevo en la zona del telesilla, aunque ahora toca bajarlo a pie. Venga, que ya queda poco!
Son las 16.30, y llegamos a los pies de la estación de esquí, donde la furgo nos llevará de nuevo a Pucón.

 

Ahora toca descansar un poco mientras Mariona prepara una estupenda cena, para después…

 
 
…ir a las termas y tomar un baño bien calentito bajo el cielo estrellado de Los Pozones. ¡Día completo! ¡Experiencia magnífica!










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