Hemos tenido la inmensa suerte de conocer a Luiz Cegato gracias a nuestra querida amiga Nubia. Luiz es un paulista cuyo padre es ¡¡¡valenciano!!!, así que imaginaos lo bien que hemos estado con él mientras nos llevaba por todo el centro histórico de Sampa, como cariñosamente se denomina a Sao Paulo.
Sampa tiene 11 millones de habitantes, es enorme y no es una cuidad fácil de recorrer como turista, pero con un buen cicerone que te va explicado la historia de la ciudad y que te va marcando las cosas que debes observar, la experiencia resulta fascinante.
Así, ya hemos conocido los rascacielos de la Avenida Paulista, el centro histórico, incluyendo la bonita y a la vez dantesca Praça da Sé frente a la catedral (con predicadores evangelistas haciendo discursos y cantidad de mendigos tirados por el suelo), la escuela de jesuitas que fundaron la ciudad, el inmenso mercado municipal con mil tipos de fruta ¡y hasta jamones!, el barrio japonés de Liberdade y sus supermercados en los que, según Mariona, “hay mucha comida, pero no sabes qué hacer con ella”, la zona lujosa de Oscar Freire con todas las tiendas pijas, y la zona alternativa de la Rua Augusta, con cines independientes y bares chulos. ¡Cuánta diversidad en un día, y aún nos quedan parques, barrios y museos por visitar!
La vida cultural de esta ciudad es impresionante, como demuestran sus decenas de centros culturales, cines, y una librería enorme y preciosa que hemos visitado. La variedad culinaria también es inabarcable. Ayer probamos comida siria, platos locales a base de lonchas y lonchas de mortadela y la caipirinha de sake, entre otros muchos platos. Hoy igual vamos a un japonés o catamos la que dicen que es la mejor pizza del mundo, que no es la de Italia, sino la de Sao Paulo.
En el centro de Sao Paulo
Con nuestro amigo Luiz en el mercado
A la hora de comer, en el mercado no cabe una aguja
¡Qué variedad de frutas tropicales!
"Tanta comida y no saber qué hacer..."
El impostómetro va contando la recaudación del Estado, ¡y sube bien rápido cada segundo!
Allí, ¿cómo de lento se movería el contador? Aquí, ¿qué hacen con tanto dinero?
La institucionalización de los limpiabotas
Praça da Sé
En la Livraria Cultura
Hola guapuus!!
ResponderEliminarAsí que habéis disfrutado en Sampa de un guía improvisado que además es valenciano, qué casualidad no? El mundo es un pañuelo. Ya vemos que os estáis encontrando con gente muy hospitalaria, qué bien!
Qué curioso el tema del Impostómetro no? Estaría bien otro que fuese para ver cuánto de ese capital se invierte realmente y cuánto desaparece misteriosamente de las arcas...