Nuestro carnaval ha sido más bien tranquilo, en primer lugar porque el carnaval de Paraty parecía un poco las fiestas de Castelló de Rugat, con algún que otro disfraz sin mucha imaginación (del tipo chico que se viste de mujer o chica que se pone orejas de Mickey) y algún bloco o desfile con percusión, pero con la fiesta concentrada en la plaza por la noche, donde bailaban familias enteras al son de una samba comercial que no hemos sabido apreciar. De día, seguíamos descubriendo playas de la zona como la de Paraty-Mirim, con la desembocadura de un río en medio y con subidas y bajadas de marea muy fuertes.
En segundo lugar, la otitis de Xavi se fue agravando. Tanto es así que visitamos el hospital del pueblo. La verdad, quedamos gratamente sorprendidos de la rapidez de la atención, ¡15 minutos!, de la amabilidad del médico en cuestión y de la gratuidad del servicio. El equipamiento no era high-tech, pero para el lavado de oído que le hicieron sobraba y bastaba. Los antibióticos que nos recetó el doctor nos costaron más de 15 euros, así que poca broma con las medicinas. Eso sí, tranquilos que Xavi ya está mucho mejor.
Lo más relevante del carnaval fue, sin duda, el bloco de Lama, donde la gente se reúne en la playa de Jabaquara para retozarse en una zona de fangos que ni el mejor de los spas. La sensación de meter todo el cuerpo en un barro negro, espeso y fresco es increíble, y las pintas con las que acabas, os las enseñamos en fotos. Después del retoce se trata de ir en procesión por el paseo de la playa cantando Uga-uga, en plan tribal, pero nosotros no llegamos a desfilar en esta curiosa marcha ritual, sino que nos lavamos en el agua del mar y nos pusimos a jugar a cartas.
No os perdáis este vídeo del Bloco de Lama de 2011:
Atardecer en Paraty-Mrim
The reporter: ni en el National Geograhic
Testeando la sanidad pública
La reina pechugona se concentra antes del baile
Retoce en el barro
Feliz después del spa
Resultado final
Uga-uga, ah ah!!!
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