En el tiempo de los incas, a Machu Picchu sólo iban
personas importantes, pero además, antes de entrar en la ciudad, habían de
peregrinar durante días por alguna de las seis rutas que llevan hasta allí,
para limpiarse y purificar cuerpo y mente. Nosotros no podíamos ser menos, y
aunque descartamos el famoso Camino Inca por haberlo de reservar con meses de antelación
(en este viaje intentamos evitar las fechas prefijadas que condicionan el
tiempo y la ruta), nos decantamos por el Salkantay, un camino sin ruinas pero
con un largo tramo de alta montaña que quita el hipo. Junto con nuestro guía
Óscar y un grupito formado por brasileños e israelís, pasamos tres días
caminando y recorrimos 70 kilómetros a pie para llegar a la Ciudad Sagrada.
¡Una pasada!
Del Salkantay hay que destacar sobretodo los dos primeros
días. Se parte de Mollepata, a 2.900 metros sobre el nivel del mar, para
caminar hasta el campamento de Soraypampa, a 3.900. En el camino, por un valle verde lleno de
eucaliptos, se van viendo los nevados a lo lejos. Las vistas son tan bonitas
que nos olvidamos de la lluvia y de la subida, y el ritmo de caminata fue
bastante relajado, así que llegamos arriba con fuerzas para encarar la subida
del día siguiente hasta los pies de la impresionante montaña Salkantay, cuya
cumbre está a más de 6.200 metros.
El segundo día te pasas la mañana subiendo a más de 4.000
metros, con la respiración algo entrecortada y el corazón bombeando acelerado,
pero da igual. Para quien nunca ha visto un paisaje de alta montaña, el subidón
de ver las rocas, la hierba espolvoreada de nieve, los glaciares que te rodean
y las altísimas cumbres nevadas alrededor, es muy bestia. Llegamos al punto más
alto, a 4.650 m, y después de hacer una pequeña ceremonia con hojas de coca
para venerar a los “apus” (montañas sagradas en quechua), tocó empezar a bajar.
La tarde del segundo día y la mañana del tercero fueron de descenso. Cando
llegamos a Loreto, a unos 2.500, tomamos un bus que nos llevó hasta Santa
Teresa. Allí comimos con todo el grupo y tres de nosotros, que queríamos hacer
la excursión en 3 y no en 4 días, nos fuimos en bus a Hidroeléctrica, desde
donde caminamos 3 horas más al lado de la vía del tren para llegar a Aguas
Calientes.
Así cómo la bajada no requiere más explicación, este
último tramo de Hidroeléctrica a Aguas Calientes que mucha gente hace en tren,
merece ser descubierto. Tuvimos la suerte de que Óscar se animó a meternos por
algunos atajos en los que hay impresionantes ruinas incas cubiertas por la
vegetación. Luego, cuando volvimos a seguir la vía del tren, nos fue mostrando
cómo se veían las distintas partes de Machu Pichu desde abajo. Entre eso y las
enormes rocas que se encuentran el en río Urubamba, el camino lo hicimos bien a
pesar del cansancio. ¡Llegamos a Aguas Calientes y habíamos caminado 70
kilómetros en tres días! Y al día siguiente por fin íbamos conocer Machu Picchu, con subida al
Huayna Picchu incluida.
Nos levantamos a las 4.30 para pillar uno de los primeros
buses de subida a Machu Picchu. Este tramo lo podríamos haber hecho caminando,
pero la subida de casi dos horas es una matada considerable que te deja bastante
tocado para visitar las ruinas, y nosotros queríamos llegar descansados y con
energía. Así que entramos a la ciudad sagrada a eso de las 6. La primera
sensación, al ver las terrazas que se alargaban hacia el fondo y un montón de
construcciones detrás, con una neblina tremenda que lo cubría todo, fue que era
un lugar muy grande y, sobretodo, místico. Y luego el paisaje… ¡Madre mía, qué
lugar eligieron para construir la ciudad! Una montaña rodeada de un valle muy
profundo, con decenas de esbeltos picos cubiertos de vegetación alrededor. Simplemente
espectacular.
Con Óscar caminamos por las terrazas, la tumba real, el
palacio del Inca y el Intiwatana o reloj solar. Entre otras cosas, nos
enteramos de que Machu Picchu todavía estaba en construcción cuando se abandonó,
y de que por tanto es una obra inconclusa. Cuesta creer que hasta 1911 sólo los
lugareños tuvieran conocimiento de la existencia de esta obra colosal. Ese año,
un inglés estudioso de las rutas comerciales incas se encontraba en la zona de
camino hacia Vilcabamba, la última ciudad inca. Le hablaron de unas ruinas en
la montaña, se desvió de su camino y así descubrió, cubierta de vegetación y
maleza, la que hoy es considerada una de las 7 maravillas del mundo.
Cuando eran casi las 8 nos despedimos de nuestro guía,
pues junto con Dominique, un alemán afincado en Brasil, debíamos subir al
Huayna Picchu, la imponente y escarpada montaña que se ve en la típica foto de
Machu Picchu. La subidita de marras cansa bastante pero las vistas desde arriba
valen muchísimo la pena. Con algo de imaginación se llega a ver la forma de
cóndor que en teoría tiene Machu Picchu. Desde luego, la perspectiva desde
arriba cambia mucho, así que recomendamos a todo el que esté algo en forma que
suba. Y los que tienen vértigo que suban sin miedo, pues a nuestro parecer no
es para tanto.
Después de bajar de la montaña, seguimos descubriendo por
nuestra cuenta otras partes de la ciudad como los talleres, la escuela de los
varones, el templo de las vírgenes, el templo del cóndor o la caseta del
guardián, desde donde pensamos que se puede disfrutar de la mejor vista sobre Machu
Picchu. A cada paso la admiración iba creciendo ¿Cómo habían podido construir
una ciudad tan maravillosa en este lugar tan complicado? ¿Qué clase de
conocimientos debían tener para hacer llegar el agua hasta arriba y que ésta
pasase primero por la fuente del palacio del inca y luego por el resto de la
ciudad?
Después de caminar por entre todas las ruinas, que
sorprendentemente están muy bien mantenidas (en este caso sólo las destruyó la
naturaleza, pues los conquistadores no metieron mano) nos animamos para caminar
hasta el puente del inca, pegado a un imponente desfiladero y con un sistema
bastante curioso y sencillo: cuenta con vigas de madera que se ponen para pasar
o se quitan cuando se acerca el enemigo.
Verde que te quiero verde, empieza la caminata
subiendo por hermosos valles
La lluvia no nos quita la sonrisa
Llegamos al campamento, donde hace un frío que pela
A la mañana, nos equipamos para seguir subiendo
El camino de alta montaña es increíble
Nos acercamos a los nevados
y el Salkanyay se descubre para nosotros
¡Esto bien merece una foto de grupo!
Ahora toca empezar a bajar
desaparece la nieve y aparecen los árboles
a medida que vamos descendiendo
Finaliza el segundo día, ¡a cenar y a dormir!
El tercer día se sigue bajando por valles y ríos
hasta la hora de comer, donde retransmiten el partido de España-Portugal
Con Óscar y Dominique nos separamos del grupo y emprendemos el camino de Hidroeléctrica a Aguas Calientes (la montaña que se ve al fondo es el Machu Picchu)
pasando por el río Urubamba
Al día siguiente, entramos en Machu Picchu
con una niebla que no veas...
El paisaje y el cielo sobrecogen
miras hacia abajo y alucinas con el lugar
Toca subir al Huayna Picchu
desde donde se percibe la forma de cóndor de la ciudad
Machu Picchu desde arriba es otra cosa
y las vistas del valle, inigualables
para bajar, hay algún que otro tramo empinado que más vale hacer cara a la pared
desde abajo, las vistas a las ruinas y la montaña Machu Picchu
Recorremos la ciudad
con sus piedras perfectas y sus esquinas redondeadas
las puertas a prueba de terremotos
Desde la caseta del guardián, las vistas son inmejorables
personalizando la postal...
el puente del inca, con su rudimentario pero infalible sistema
Xavi llega hasta la puerta del sol ¡Champion!
Y ya de vuelta a Aguas Calientes, nos rencontramos con los amigos brasileños para hacer unas birras
Hola companys!
ResponderEliminarM'encanta tot el que esteu fent. En Xavi té una imatge de Robinson postmodern fantàstica!
En breu us escric un correu llarg per explicar-vos què tal.
Us trobem a faltar!
Una abraçada i a gaudir!
Marc.
Tuvimos una fantástica caminata Salkantay 5 días con Trekking - tanto que fue lo más destacado de nuestro tiempo en Perú! Una gran relación calidad-precio, especialmente cuando se considera que este incluye Machu Picchu y el tren de entrada calientes hasta Ollaytaytambo Aguascalientes. - guías geniales por lugares llenos con Edwin. Amable y entendido. Todo el mundo cómodo....
ResponderEliminarhttp://www.machupicchu-viajes.com/
Salkantay trek is the alternative to the Inca Trail to Machu Picchu was recently named among the 25 best Treks in the World, by National Geographic Adventure Travel Magazine.
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