Los poemas y las
canciones hablan de la luna, la fiesta, la música, el vino y los duendes. Suena
el “Cóndor pasa” y otras muchas canciones con instrumentos andinos. La fiesta
es sagrada, las noches largas, y el ritmo durante el día bastante pausado. Con
la altura, no se puede ni se debe correr más.
Estos primeros días
en el norte nos hemos juntado cuatro catalanes formando una especie de clan
català. En un bus de Tucumán a Tafí del Valle, un pueblo precioso de colinas
verdes, encontramos a Guillem, un chico de Sabadell que Xavi conocía de jugar a
fútbol en el Club de Natació, mientras que al día siguiente, en otro pueblo,
Santa María, nos encontramos con Marc, un chico de Berga que vive en Girona.
Con el clan català
al completo visitamos las ruinas de la Ciudad Sagrada de los Quilmes, donde
estos indígenas resistieron durante 130 años las invasiones españolas. Después
de esta gesta, fueron castigados con dureza y a la mayoría de la población se
la obligó a ir andando hasta el sur de la provincia de Buenos Aires,
actualmente la localidad de Quilmes. Una
historia tremenda y unas ruinas asombrosas que hasta hace poco eran privadas y
que la comunidad ha podido recuperar para mostrar su pasado y su historia.
De allí, Walter, un
chico argentino que se atrevió a subir a su furgoneta a cuatro mochileros y sus
ocho mochilas, nos llevó a Cafayate y esa misma noche ya nos hizo un asado. Los
argentinos, tanto lugareños como turistas, siguen mostrando su generosidad, su
entusiasmo y sus ganas de hablar y compartir a cada paso que damos. Y cómo no,
siempre están dispuestos a preparar un rico asado.
Al día siguiente “els
catalans” nos dedicamos a recorrer el agradable pueblo, a probar algún vino
local y a visitar una fábrica de queso de cabra, donde además de aprender mucho
sobre estos animalitos, probamos los mejores quesos de América del Sur (hasta
ahora). No es de extrañar, pues a las cabras las ordeñan con Mozart de música
de fondo.
Por la tarde, visitamos
en un tour la Quebrada de las Conchas, un lugar árido y precioso donde la
naturaleza ha dispuesto unas montañas con formas alucinantes. En ellas domina
el color rojo, pero los distintos minerales que afloran en la superficie, como
el cobalto, el óxido de cobre o el zinc, crean una variadísima gama de colores.
El lugar, por
suerte, ahora está protegido. Hace 50 años, en él se encontraba una mina que
cerraron por cuestiones animalistas. Todos los minerales que extraían los transportaban
hasta el tren más cercano, a unos 50 kilómetros, a lomos de llamas, vicuñas y
burros. Tales eran las condiciones de vida de estas bestias, que de los animales que salían de la mina
cada día, a destino sólo llegaba viva la mitad. Motivo más que suficiente para
cerrarla.
Al día siguiente
hicimos parte de una excursión a unas cataratas (que luego nos enteramos eran
bastante ridículas), a la cual se apuntaron una argentina y una francesa,
Contance. En medio del camino, y después de que Mariona metiera los pies en un
río que había que saltar, nos despedimos de nuestros amigos. A nosotros y a
Constance nos esperaba un bus hacia la ciudad de Salta, nuestro próximo
destino.
Tucumán
Iruya
Ciudad Sagrada de los Quilmes
Al rico asado con Walter, Marc y Guillem
Cafayate y la Quebrada de las Conchas
Caminata a las cascadas
Llegint el bloc veig que estic a punt de seguir altra vegada els vostres passos i, a més, torno a repetir-me que el món és un mocador: en Marc (que no conec massa personalment) estudiava a la mateixa facultat que jo, amb la meva antiga companya de casa... de fet ella un dia em va fer broma dient-me que encara me'l trobaria : )
ResponderEliminarEspero que estigueu bé i us aniré seguint!!
Núria
Hola reina,
ResponderEliminarPerfecte que segueixis els nostres passos pel nord d'Argentina perquè a nosaltres ens ha fascinat: Cafayate, Purmamarca i Iruya s'emporten la palma, així que no te'ls perdis! I què fort lo del Marc! Doncs igual te'l trobes perquè ell està anant més amb la calma i encara deu ser-hi per allà...
Ah, i no deixis d'anar a La Monumental (el bar, no el restaurant) per compartir un filet de churrasco entre 2 persones. És la carn més brutal que hem probat mai i el filet val 65 pesos (33 per persona). S'ho val!
Nosaltres també et continuarem seguint...
Una abraçada ben forta de part dels dos!
X i M