7 de mayo de 2012

Mendoza, vino y más vino en excelente compañía

Nuestro retorno a Argentina no podía empezar mejor que en Mendoza, donde nos hemos rencontrado con Óscar y Esteban, dos amigos que habíamos conocido en Paraty y que entonces ya nos prometieron buenas catas y visitas a bodegas.

Promesa cumplida. Además de ir a tomar vino en varias vinerías especialidades, con Óscar hicimos un recorrido por cuatro de las innumerables bodegas del Valle del Maipú. Seleccionadas, claro.
Aunque por la cantidad de catas y explicaciones ya deberíamos ser casi sommeliers, lo único que hemos concluido es que nos encantan el Malbec y el Torrontés, las dos variedades de tinto y blanco típicamente argentinas. Y que el Malbec tiene un ligero toque a mermelada de frutos rojos, mientras que el Cabernet Sauvignon sabe a Francia y huele a pimienta.
Cada vino nos ha parecido mejor que el anterior, así que nos es difícil recomendar marcas, pero igual las bodegas que más nos gustaron fueron Carinae y Cecchin, la primera por la calidad del vino y por la tranquilidad durante la cata, y la segunda, por la lección magistral que nos dio un italiano sobre el vino orgánico y la falacia del vino biodinámico, una clase amenizada con escenas lujuriosas que se inventaba para explicar cómo y con quién se debía tomar cada tipo de vino.
Tanto ha sido el interés demostrado estos días por el zumo de uva, que en una vinería hasta nos han propuesto comprar una hectárea para producir nuestro propio vino. No llegaremos a tanto, pero con nuestros amigos hemos decidido iniciar una serie de envíos líquidos entre Mendoza y Barcelona. Esperemos que resulte y que Óscar y Esteban puedan probar los excelentes caldos que también tenemos por allá y que aquí no se pueden encontrar.



En Mendoza hay hasta fuentes de vino (falso, claro...)



Esteban con el mítico Pingüino que antes todas las familias tenían en casa para beber vino



Tambien dejamos nuestro rasto...



El museo de la bodega La Rural



En Di Tommaso, donde guardan las botellas en las enormes cubas



Una de las gamas que probamos, con vino dulce para el postre



Con los barriles, también se hacen mesas y silloncitos



De cata en Carinae, sólos y con toda la calma



En la viña de los "escorpiones"



Las caras ya reflejan un buen tute...



pero todavía nos queda la lección magistral del lujurioso Giordano en Cecchin



Y al día siguiente, despedida en The Vines... ¡nos vemos pronto amigos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario