Nosotros, invitados por nuestros amigos David y Mónica, nos
alojamos en la "Cubícula”, una construcción para recibir a los huéspedes de la “ciudad”.
Aunque dormíamos independientes en nuestra nueva y original casa, pasamos mucho
tiempo con ellos y sus tres hijos, Vicente, Joaquín y Sara, trabajando,
descansando y comiendo delicias en la fantástica “Hospedería del Banquete”,
donde nos acogieron como si fuésemos parte de la familia. Con ellos también
compartimos el partido del Barça contra el Madrid en el que todo el bar celebró
el gol de Alexis, un partido de rugby de Vicente que nos sirvió para adentrarnos
en un deporte casi desconocido para nosotros, y varios paseos por la Ciudad
Abierta para conocer este lugar único en el mundo.
Y es que en la Ciudad Abierta las casas son “hospederías”. Hechas
de madera y otros materiales ligeros para crear formas inesperadas y que
parecen desafiar las leyes de la física, en total hay 12 hospederías habitadas
por familias, mientras un grupo de solteros comparte una construcción
conocida como “Las celdas”. Es curioso que en en la Ciudad Abierta, aunque todo es
propiedad de una corporación que constituyeron para darle forma legal a la idea,
cada familia tiene su propia hospedería en la que desarrollar su vida íntima y
familiar. Pero para garantizar la continuación del proyecto y de la filosofía
de la Ciudad Abierta, las hospederías no se pueden heredar, ya que todo
habitante debe involucrarse activamente en el desarrollo de la ciudad.
Los miércoles todos almuerzan juntos en la "Sala de Música”
lo que a una de las familias le ha tocado preparar, y cuando hay que decidir
algún proyecto nuevo o la inclusión de un nuevo miembro en la comunidad se
organiza un Ágora, foro de debate solemne en el que todas las decisiones se
toman por unanimidad. La Ciudad Abierta también cuenta con un cementerio o con
espacios para celebraciones y acontecimientos como “El Palacio del Alba y el
Ocaso” o “El Anfiteatro al Aire Libre”. Para que poesía y arquitectura estén
conectadas, cada construcción o proyecto se inicia siempre con un acto poético.
La Ciudad Abierta sirve también de campo de experimentación para
estudiantes. Como muchos de sus miembros son profesores de la Escuela de
Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso, en sus límites se realizan
los talleres de obra de la misma. Resulta interesante ver a futuros arquitectos
con la pala en la mano y carreteando el cemento. Tanta importancia se le da a
la práctica y a la obra, que los estudiantes se desplazan cada miércoles por la
mañana a la Ciudad Abierta para hacer deporte, en una asignatura obligatoria
denominada “Cultura del Cuerpo”.
Durante nuestra visita, en la que pudimos visitar
otras hospederías en las que la puerta siempre estaba abierta, también vimos cómo
un grupo de estudiantes noruegos estaban construyendo, junto con colegas
chilenos, un nuevo proyecto del que sólo vimos el suelo. Y es que ésa es la idea
de la Ciudad Abierta. Inspirada por el poema Amereida
(fusión de América y Eneida), pretende
unir la vida, el estudio y el trabajo para crear algo totalmente nuevo y único,
algo genuinamente latino y americano que no sea copia de nada. Desde luego que
lo han conseguido y ojalá la Ciudad Abierta siga albergando tanta creatividad y
acogiendo de una manera tan especial al visitante. ¡Gracias amigos por esta
magnífica experiencia!
Parte de la Ciudad Abierta, en un terreno de dunas frente al Pacífico
La Hospedería del Banquete o casa de nuestros anfitriones
Una de las muchas cenas en familia...
...en las que pudimos degustar auténticas delicias
Otra hospedería
Y más casas, todas ellas de formas sorprendentes
Experimentando con tejados...
...con ventanas, con soportes
y para comer todos juntos, qué mejor que una mesa para 100 comensales
El espacio reservado para las Ágoras o foros de decisión
Simone, un joven misionero francés, prueba un cojín de cemento en el Anfiteatro
David tiene que tomar la pala para arreglar el kaos de los noruegos (es broma)
En el Palacio del Alba y el Ocaso, otro espacio para eventos
Pero para acontecimientos, la tarde de domingo deportiva en familia
en la que vimos al Barça y el partido de rugby de Vicente.
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