27 de marzo de 2012

Montañas, excursiones y vistas inolvidables en El Bolsón

Doce horas en autobús en dirección al oeste separan Puerto Madryn de El Bolsón, o lo que es lo mismo, la llanura patagónica pura y dura de las montañas de Los Andes. No habíamos caído en la cuenta de que en todo el viaje no habíamos visto montañas, hasta que, de madrugada y desde el autobús, empezamos a ver picos y más picos, nevados y no, con una sensación de sorpresa y entusiasmo que no os ha abandonado en los cuatro días que nos hemos quedado en El Bolsón, un pequeño pueblo rodeado de montañas y lagos.

Dicen que los 500 kilómetros que separan Junín de los Andes, al norte, de Esquel, al sur, son los más bonitos de Argentina. Allí se encuentran pueblos famosos como San Martín de los Andes o ciudades como Bariloche, también rodeada de montañas. Nosotros decidimos concentrarnos en un lugar y elegimos El Bolsón, menos pijo y más pequeño, y aunque no hemos estado en los otros sitios, por lo que comenta la gente, tenemos la sensación de haber acertado de pleno.
El Bolsón nos ha entusiasmado. Desde allí hemos subido, atravesando el Bosque Tallado, hasta el refugio y mirador del Piltriquitrón, con una vista fabulosa sobre el valle del pueblo y la cordillera de los Andes. Nos hemos bañado en las aguas heladas del Lago Puelo y hemos recogido setas, zarzamoras y manzanas en los alrededores del pueblo con Claudio, el propietario de nuestro hostal.
Nos ha sorprendido que en la zona proliferan la rosa mosqueta y el pino, dos especies que son importadas y que han constituido una auténtica plaga por estos parajes. Aunque hacen bonito el paisaje, han tenido un impacto muy fuerte sobre la flora local. Lo mismo ha pasado con la trucha, muy apreciada por estos confines pero importada de Europa, y que como toda especie nueva ha causado estragos en el ecosistema fluvial.
También hemos hecho una caminata de 24 kilómetros al Cajón del Río Azul, pasando por bosques de árboles altísimos propios de los ewoks y por refugios junto al río en los que hacen pan y cerveza artesanal y te reciben como a un amigo.
A todo esto hay que añadirle que hemos tenido la suerte de conocer a gente muy maja, como Susanne, una chica suiza con la que compartimos cenas, risas y la excursión al Piltri, o Andrea y Michael, una pareja de alemanes que están recorriendo América del Sur en moto y que han dejado a sus hijos veinteañeros en casa, tomándose un año sabático después de haberlos criado. Claudio y Vale, los propietarios del hostal, y sus hijos Nico y Agustina, nos han hecho sentir en todo momento como en casa. Así que, teniendo en cuenta la belleza del lugar y lo bien que hemos estado, El Bolsón está entre los números 1 del viaje. ¡Volveremos y no nos cansaremos de recomendarlo!


El río serpentea por el valle en El Bolsón


Bañito en las refrescantes aguas del lago Puelo



Resistiendónos a guardar los bañadores



El Bosque Tallado: un ejemplo de revalorización de una área quemada, donde diferentes artistas, la mayoría locales, han realizado sus obras



Disfrutando de las vistas desde el refugio Piltriquitrón



Admirando la cordillera de los Andes



¡Un gustazo estar aquí arriba!




En el lago Epuyén



Con Claudio, comiendo trufas y alfajores en la casita de Hansel y Gretel



Cogiendo manzanitas de Blancanieves de los árboles


Las vacas acuden depués de haber sacudido el manzano



Ya llegó la hora de la zarzamora...



Hacia el Cajón del Azul, pasando por un par de puentes hechos polvo



En el bosque de los ewoks



Dando ánimos: Ya queda poco...


El cristalino Río Azul



Lástima no llevar el bañador... aunque ésta está fría de verdad




Haciendo amigos en el prado




Volviendo para casa



Andrea y Michael, con su "Poderosa"



2 comentarios:

  1. Ostres, és increïblement bonic!! Ja em passareu direccions d'albergs i demés. Una abrassada des de El Calafate!
    Perdó per la falta, no hi ha la nostra estimadíssima c trencada en aquest teclat ;)

    Núria

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  2. Ei Núria, que estem a El Calafate!!!! A quin hostel pares??? Nosaltres estem a El Glaciar. Ostres, per què no vens a sopar amb nosaltres a casa? Jo ara vaig a comprar uns bitellets per anar a Puesto Natales a l'estació i després soparem pasta i chorizo argentino! Muaks!

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