El viaje, que debe hacerse de día para ver el camino y las montañas que lo
rodean, pasa por un tramo llamado “Los Caracoles” ya que la carretera sube
haciendo una treintena de curvas cerradas hasta llegar al punto más alto del
paso, donde está la frontera entre los dos países.
Nosotros hemos hecho “Los Caracoles” de subida y lo hemos vivido como algo
muy bonito (Xavi ha tomado unas 2.000 fotos), pero algunas personas que lo han recorrido
de bajada, llegando a Chile desde Argentina, en bus o camión, se han cagado de
miedo pensando que iban a despeñarse a cada rato.
Como curiosidad, indicar que en lo alto del lado argentino, en medio de la
nada, se encuentra el Museo del Mundo Perdido, que por lo visto está dedicado a
la historia y la cultura de los huarpes, que habitaron la zona. Como íbamos en
bus no pudimos parar, pero si hubiéramos ido en coche sin duda era para detenerse.
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